CONFITURAS, JALEAS, COMPOTAS
Y MERMELADAS
Confituras
INTRODUCCION
Confituras,
mermeladas y jaleas son preparaciones alimenticias que permiten la conservación
a largo plazo de frutas perecederas y de recolección estacional. Actualmente
esta transformación resulta muy sencilla, pero los productos mencionados se
consideraron «de lujo» hasta que se conocieron las técnicas de extracción y
refinado del azúcar de remolacha. Y es que la elaboración de este tipo de
conservas se basa en la posibilidad de evitar el crecimiento bacteriano bajo
unas determinadas concentraciones de azúcar en el medio que las salvaguarda.
La caña de
azúcar, que crecía en la India en estado silvestre, es introducida en el
Mediterráneo Oriental por los persas, que caerían bajo el dominio de los
árabes. En el siglo VII, estos últimos implantan su cultivo en Siria, Chipre,
el norte de África y España. Con el descubrimiento de América, la planta pasa a
los nuevos territorios, donde se aclimata fácilmente. Hace cuatrocientos años
ya se preparaban confituras con toda clase de frutas por cocción con miel,
azúcar de caña o vino.
A mediados
del siglo XVIII, la nueva técnica de extracción del azúcar de la remolacha abre
el camino hacia la industrialización, que culmina en el XIX con el consiguiente
abaratamiento de este producto, la mano de obra a bajo precio y la abundancia
de fruta. Es la época de mayor auge de las confituras, en la que tuvo mucho que
ver Appert, quien comprobó que el hervido de las mismas en envases de vidrio
cerrados las mantiene inalterables mucho tiempo.
Con la
denominación genérica de “CONFITURAS”, se entienden los productos obtenidos por
cocción de frutas, hortalizas o tubérculos (enteros o fraccionados), sus jugos
y/o pulpas, con azúcares (azúcar, dextrosa, azúcar invertido, jarabe de glucosa
o sus mezclas) con o sin adición de otros edulcorantes, aditivos e
ingredientes. Comprenden mermeladas, dulces, jaleas, frutas confitadas,
glaseadas, cristalizadas o escarchadas, escurridas y almibaradas.
FACTORES
CRITICOS EN LA PRODUCCION
Para lograr
una buena conserva hay que considerar una serie de factores, sujetos a
variaciones, que van a proporcionar diferentes preparados: compotas, jaleas,
confituras o mermeladas. Esos factores son la cantidad de azúcar, la acidez de
la fruta elegida, su contenido en pectina y las condiciones de cocción:
·
El azúcar añadido
a las frutas actúa como agente conservante, inhibiendo el crecimiento
bacteriano por elevaciones de la presión osmótica. Es necesario recurrir a este
ingrediente porque el contenido natural del mismo en las piezas (entre el 10 y
el 15 por ciento) resulta bajo para su conservación.
·
Una vez cocidas
éstas, la proporción adecuada de azúcar oscila entre el 75 y el cien por cien
respecto al peso de fruta preparada, o lo que es igual, entre 700 gramos y 1
Kg. de azúcar por cada kilo de fruta.
·
La acidez: todas
las frutas contienen ácidos orgánicos (como cítrico, ascórbico, málico y
tartárico), que ejercen una acción protectora, evitando el crecimiento
bacteriano en mayor o menor medida, como un potente antioxidante. En el caso de
las menos ácidas (fresas, melocotones, higos o peras) se compensará añadiendo
zumo de limón o vinagre en la preparación. Además, un grado adecuado de acidez
evita la cristalización del azúcar.
·
La pectina es una
sustancia de naturaleza orgánica presente en la piel y en las pepitas de las
frutas. Su función principal en las conservas es proporcionar la consistencia
adecuada a estos preparados mediante la formación de un medio gelatinoso.
Destacan por su alto contenido en pectina las manzanas y los membrillos. Así,
el corazón y las pepitas de las primeras se suelen añadir durante la cocción de
ejemplares pobres en esta sustancia al elaborar mermeladas.
La cocción
de frutas es un factor tan importante como los anteriores: en primer lugar,
elimina la actividad de los microorganismos y, por lo tanto, las posibles
fermentaciones en las conservas; además, durante el proceso hay una
concentración de los azúcares por evaporación del agua contenida en las
piezas.
Resulta muy importante ajustar la cocción porque un exceso de intensidad o de tiempo puede suponer una pérdida de pectina y arruinar el producto final.
Resulta muy importante ajustar la cocción porque un exceso de intensidad o de tiempo puede suponer una pérdida de pectina y arruinar el producto final.
TIPOS O
CLASES:
CONFITURAS:
·
Se obtienen al
cocer frutas enteras o en trozos en un almíbar con un alto porcentaje de azúcar,
que oscilará entre el 65 y el cien por cien respecto al peso de las piezas.
·
La mezcla, con la
consistencia gelificada apropiada, de pulpa y/o de puré de frutas, así como de
azucares. La cantidad de pulpa y/o puré utilizada para la fabricación de 1 Kg.
de producto acabado no será inferior, en general, a 350 gramos. El contenido en
materia seca soluble será igual o superior al 60%.
·
EXTRA: Un
alimento, cuya composición es la misma que la de Confitura, salvo que la
cantidad de pulpa y/o puré utilizada para la fabricación de 1 Kg. de este
producto acabado no será inferior, en general, a 450 gramos.
MERMELADAS:
·
En general, las
mermeladas se preparan con frutas troceadas, que se mantienen unas horas en
maceración con azúcar, antes de la cocción. La proporción de este ingrediente
varía entre la mitad del peso de la fruta y el mismo peso de azúcar que de
fruta limpia. A gusto del consumidor o del fabricante.
·
El producto
preparado por cocción de frutas enteras, troceadas o trituradas, tamizadas o
no, a las que se han incorporado azúcares hasta conseguir un producto
semilíquido o espeso. La cantidad de fruta utilizada para la fabricación de 1
Kg. de producto acabado no será inferior a 300 gramos. El contenido en materia
seca soluble será igual o superior al 40% e inferior al 60%.
·
EXTRA: Un
alimento, cuya composición es la misma que la de la Mermelada, salvo que la
cantidad de pulpa y/o puré utilizada para la fabricación de 1 Kg. de este
producto acabado no será inferior, en general, a 500 gramos.
COMPOTAS:
Se cuecen
las piezas troceadas en un almíbar ligero o bien en vino con azúcar en
proporción variable, dependiendo de cada fruta.
También se pueden preparar con frutas secas, remojándolas previamente en agua templada. Si se van a mezclar especies de distinta dureza, conviene hacer cocciones por separado.
También se pueden preparar con frutas secas, remojándolas previamente en agua templada. Si se van a mezclar especies de distinta dureza, conviene hacer cocciones por separado.
JALEAS:
Son
preparaciones a base de jugos de frutas, ricas en pectina, cocidas con azúcar,
de consistencia espesa pero transparente. Para extraer esos jugos, ni se pelan
las piezas ni se eliminan corazón y pepitas. Sólo se lavan y trocean cuando
resulte necesario. Hecho esto, se cuecen, con o sin agua, para ablandarlas y
facilitar la extracción del jugo. Después se aplastan y cuelan.
La cantidad de azúcar dependerá de la cantidad de jugo obtenido, el tipo de fruta y el tiempo de cocción. El primero se pone a cocer, se añade el azúcar cuando esté caliente y se mantiene a fuego lento de 10 a 30 minutos. Se llenan los tarros, previamente estériles, con la jalea caliente. Se cubren, pero no se tapan hasta que esté fría y gelatinizada. Almacenar en lugar fresco, seco y oscuro.
La cantidad de azúcar dependerá de la cantidad de jugo obtenido, el tipo de fruta y el tiempo de cocción. El primero se pone a cocer, se añade el azúcar cuando esté caliente y se mantiene a fuego lento de 10 a 30 minutos. Se llenan los tarros, previamente estériles, con la jalea caliente. Se cubren, pero no se tapan hasta que esté fría y gelatinizada. Almacenar en lugar fresco, seco y oscuro.
ARROPE:
Suele
elaborarse con calabaza, melón verde y corteza de sandía. Es una técnica
diferente a las demás conservas ya que en la cocción se emplea mosto cocido con
miel, de consistencia similar a la del jarabe.
MARMALADE:
La mezcla, con la consistencia gelificada apropiada, de azúcares y de uno o más de los siguientes productos, obtenidos a partir de agrios: pulpa, puré, zumo, extractos acuosos o pieles. La cantidad de agrios utilizada para la fabricación de 1 Kg. de producto acabado no será inferior a 200 gramos, de los cuales por lo menos 75 gramos provengan del endocarpio.
La mezcla, con la consistencia gelificada apropiada, de azúcares y de uno o más de los siguientes productos, obtenidos a partir de agrios: pulpa, puré, zumo, extractos acuosos o pieles. La cantidad de agrios utilizada para la fabricación de 1 Kg. de producto acabado no será inferior a 200 gramos, de los cuales por lo menos 75 gramos provengan del endocarpio.
MERMELADA/CONFITURA
BAJO EN CALORIAS ("LIGHT"):
Un alimento,
cuya composición es la misma que la de Mermelada/Confitura, salvo que su
contenido en materia seca soluble será igual o superior a 30% e inferior a 55%.
MERMELADA/CONFITURA
DIETETICA:
Un alimento,
cuya composición es la misma que la de Mermelada/Confitura, salvo que sus
edulcorantes, fructosa o edulcorantes artificiales permitidos, son
especialmente elaborados para satisfacer las exigencias nutritivas particulares
de los diabéticos
IMPORTANCIA
NUTRICIONAL:
Todas las
conservas de frutas cocidas con azúcar suponen un aporte calórico muy superior
al de las piezas frescas, debido fundamentalmente a ese ingrediente. Sin
embargo, la cantidad ingerida suele ser baja. Sólo deben evitarlas quienes
tengan restricciones de hidratos de carbono en la dieta. En centros de
alimentación y tiendas especializadas encontrará preparados sin azúcar añadido.
El contenido
en vitaminas es más bajo que en las frutas frescas porque una parte importante
se pierde durante el procesado, como consecuencia de la cocción. En cuanto a la
aportación de fibra, dependerá de si las piezas están peladas o no y de la
materia prima (no es lo mismo partir de la piña que del melocotón).